
Ante una nota publicada en La Voz, la cámara repuestera de Córdoba insiste en que todo vehículo declarado con destrucción total debe ser compactado.
Con relación a una completa nota periodística publicada este lunes por La Voz, la Cámara de Empresarios Repuestos Automotor y Afines de Córdoba – CERAC insiste en rechazar de plano que los vehículos siniestrados, pagados por las compañías de seguro bajo el concepto de destrucción total puedan ser desarmados y sus partes o conjuntos revendidos en el circuito comercial, como ocurre con el caso de los motores y cajas de transmisión.

Nuestra entidad, con más de 70 años en la representación y defensa del sector repuestero de Córdoba, realiza por este medio un urgente llamado de atención a las autoridades para que se ponga fin de una vez por todas a esta desleal modalidad de comercialización ya que atenta contra la ley nacional 25.761 que establece las condiciones y cuáles son las piezas de segunda mano que son factibles de reventa.
CERAC reitera y defiende el criterio que los automóviles siniestrados que son objeto de la figura de destrucción total por parte de las aseguradoras, deben destinarse a ese fin, es decir, la compactación de la totalidad de la unidad.
Alertamos, asimismo, que bajo este tipo de figuras comerciales suelen solaparse además, actividades ilegales y con un alto costo para la sociedad, como el robo de automotores.
Desde el punto de vista económico, la reventa de vehículos destinados a destrucción total tiene consecuencias sobre la cadena de fabricación y venta de repuestos, sobre la recaudación tributaria de los distintos niveles del Estado (dado que muchas veces la etapa final se realiza en la más absoluta informalidad) y sobre el trabajo de cientos de personas en casas de repuestos y el circuito tallerista.
Por todo ello, una vez más, CERAC reclama a las autoridades que aplique la ley y que todo vehículo pagado por destrucción total por las aseguradoras sea compactado.